Se han colocado plataformas flotantes para atrapar a este depredador del visón europeo, que en Europa se encuentra en peligro de extinción
La Dirección General de Medio Ambiente ha dado comienzo a la campaña 2018-2019 para la erradicación del visón americano en la vertiente atlántica de Navarra. Al igual que en las campañas anteriores, a mediados del mes de septiembre y comienzos de octubre se han colocado plataformas flotantes en los cauces del Bidasoa, Baztan, Ezkurra y Ezpelura, Araxes, Leitzaran, Urumea, y permanecerán activas hasta final de marzo del 2019. Estas acciones de control son coordinadas por la sociedad pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK) y son financiadas por el proyectos europeo LIFE IREKIBAI.
En este momento, las poblaciones asilvestradas de visón americano en Francia, procedentes de escapes accidentales de las granjas peleteras, son la mayor amenaza para la conservación del visón europeo en esta zona.
El visón europeo es el carnívoro más amenazado de Europa en la actualidad, y está catalogado como “En situación crítica” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La población ibérica, con apenas 500 ejemplares, supone uno de los últimos reductos de la especie; extinta ya en el centro y este del continente como consecuencia del agresivo comportamiento del visón americano, que agrede al visón europeo para expulsarlo de su territorio durante la colonización de los ríos. También es cada vez más escaso en los ríos y regatas de la vertiente atlántica de Navarra.
Plataformas flotantes en los ríos
Para la detección del visón americano se ha utilizado una metodología para el control y la erradicación de esta especie invasora desarrollada y perfeccionada en proyectos llevados a cabo en Reino Unido (Escocia). Se trata de la colocación de plataformas flotantes en los ríos, a un kilómetro de distancia unas de otras, donde los visones son detectados primero y capturados después.
El visón americano está acostumbrado a cazar adentrándose en madrigueras, por lo que, cuando observa estas plataformas, que simulan una oquedad, tiende a pensar que en su interior encontrará alimento. El animal deja sus huellas en un arenero colocado en la plataforma y advierte a los técnicos de que ha estado merodeando por allí en busca de su presa. Pasados unos días, y tras el registro regular de la entrada y salida de visones, los técnicos sustituyen el huellero por una trampa.