Objetivos
Presas, azudes, tuberías y diversas construcciones crean barreras en nuestros ríos que impiden su funcionamiento natural. Como consecuencia, los ecosistemas se alteran y esta alteración influye en las especies más sensibles (mamíferos semiacuáticos, como el visón europeo o el desmán, y peces, como el salmón atlántico), que ven reducida o fragmentada su área de distribución. Esta circunstancia obliga a los grupos a reproducirse entre ellos, por lo que se produce un aislamiento genético que, unido a otros efectos asociados, merma la capacidad para hacer frente a otras presiones y pone en peligro la continuidad de estas especies.
Para solucionar esta situación, las distintas Administraciones Públicas con responsabilidad en la gestión fluvial, tanto en el País Vasco como en Navarra, han asumido como principal línea de actuación intervenir en esos obstáculos. Además de los trabajos realizados en este sentido en cada una de las comunidades, en los últimos años se han desarrollado también distintos proyectos de cooperación que han culminado en LIFE IREKIBAI.